“El eco de los pasos” es el título de la autobiografía del referente anarquista García Oliver. En este humilde blog hemos hecho referencia a otros militantes libertarios menos conocidos y vinculados con Euskal Herria: Casilda Hernáez, Felix Likiniano, Gregorio Suberbiola, Roberto Lago…y por eso hoy, haciendo referencia a Cristobal Aldabaldetreku Irazabal, queríamos dedicar este espacio a “nuestros propios pasos” , esa contribución de nuestro pequeño y antiguo pueblo a la causa de la libertad.
En algunos lugares lo señalan como bizkaitarra y de oficio tonelero pero Cristobal nació un 23 de agosto de 1896 en Laudio (Araba).
Para nosotras es emocionante señalar que Cristobal Aldabaldetreku formó parte de esa mano de obra que levantó los edificios más emblemáticos de Donostia, como el casino Kursaal. Allí se unió a Gregorio Suberbiola y Marcelino Del Campo, coincidiendo también con Buenaventura Durruti. Como solía decir Lucio Urtubia, Cristobal se convirtió en “un hombre de acción”. Formó parte de “Los Justicieros” y, posteriormente, de “Los Solidarios”.
Son innumerables las veces que fue detenido, encarcelado, apaleado, y torturado en las décadas del 20 y 30 del siglo XX. También conoció el exilio. Se convirtió, además de militante de CNT, en orador y conferenciante.
En el verano del 36 comandó la Columna Ascaso que partió de Barcelona al Frente de Aragón. Y es aquí donde en una pirueta de las casualidades y causalidades nos topamos con una foto de la Columna y pudimos reconocerle, pistola al cinto y sujetando el correaje, en el centro de la imagen.
Se exilió en 1939, primero en Burdeos, y luego en México, estando en el círculo de García Oliver. Murió en México DF en 1948.
Cuando Félix Likiniano en julio de 1936 en Donostia, por dos veces y en diferente circunstancia, tiene que identificarse, ante Guardias de Asalto y militares, no responde con unas siglas, ni una marca similar. Félix responde: “SOMOS EL PUEBLO”. Y como pueblo que somos, a modo de homenaje y reivindicación, queremos recordar a estxs militantes de la dulce libertad que recorrieron nuestras calles y nosotras recorreremos con ellxs.
Teneis una biografía más extensa en la página
Porque no aceptamos la injusticia del olvido. Leed y difundid.
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